Usaría esta posición, cuando los nervios, la presión o la alta frecuencia cardíaca se apoderan de nuestro estado vital.
La ansiedad, es el nombre que recibe dicho estado; y ante la posibilidad de marearnos, perder el conocimiento y caer al suelo; aprenderemos a controlar la situación y mejorarla.
En posición decúbito supino, nos tumbaremos lo más cerca del suelo que podamos (alfombra, césped, arena, suelo…) y así, extraer toda la energía que desprenda la tierra . Pegando el coxis y las escápula a la superficie en la que estemos; con las manos a la altura de la cadera, y el cuerpo estirado a lo largo. Comenzaremos a respirar únicamente por la nariz, evitando hiperventilar. Una vez conseguida esta posición:
- Respira, sigue respirando por la nariz y cierra los ojos; piensa en un color, es un estado, en algo que te haga sentir bien y deja que tu cuerpo se vaya adaptando a esa situación nueva; hasta que seas capaz de haber controlado todas las constantes vitales que antes se te habían escapado.
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